Los cuidados enfermeros irán encaminados a mantener una
situación hemodinámica del paciente lo más estable posible, o lo que es lo
mismo, están destinadas principalmente a evitar un shock hipovolémico.
La medición de las constantes será el primer paso, controlando
la frecuencia cardíaca y respiratoria, la tensión arterial, la temperatura y el
oxígeno en sangre. El balance hídrico aquí cobra una gran importancia también,
por lo que podría ser necesario el sondaje urinario.
Las pérdidas importantes de volumen sanguíneo, deben
tratarse no solo con sueroterapia, sino que también se necesitarán
transfusiones de sangre. Esta técnica se realizará siempre bajo prescripción
médica, realizando previamente las pruebas cruzadas necesarias antes de
transfundir al paciente.
Si fuera necesario, también se podría colocar una sonda especial para esta patología, que usaríamos para hacer presión en las varices esofágicas. Para ello la monitorización del paciente sería imprescindible.
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